De Parana con amor

Hija de Atlas,

El mundo lo estamos haciendo, por ende lo estamos cambiando.

La música es la armonía hecha realidad, por eso es la madre del arte, porque no representa la realidad sino que es la realidad.

Así que coincido con vos, nuestro tesoro, la música, nuestra luna, musa divina, allí es donde nuestros dedos modelan el cosmos.

Recuerdo que cuando nos conocimos te dije que sería bueno que vinierais a Argentina y me dijistre que era muy difícil, ahora entiendo que lo difícil es cambiarte de cielo, francesita divina! No importa, iremos a tu casa.

Como yo soy bastante inquieto me encantaría que la próxima vez que cambie de cielo nos encontráramos, ya en la ruta del vino, ya en un café de Paris, ya en una terraza de Capri, ya en la cima de los Kárpatos.

Querida, espero que eso sea muy pronto, desde aquí van mis besos mientras tanto.

R.